domingo, 14 de febrero de 2010

San Valentín


¿Te sientes sola esta noche?, pregunta El Rey con su cálida, inolvidable voz... Psí, quien puede decir que no a Elvis... Es lógico que, en un día como éste, al mirar alrededor, se sienta un poco más presente ese vacío que hay en el corazón. Hablo por mí, los demás pueden tomarlo como quieran...

¿Te sientes sola esta noche?... El estribillo se repite, una y otra vez, como una nana que pudiera echar a dormir mis defensas, dejarme inerme ante esa verdad que niego, que me repito como un mantra: que más vale estar sola que mal acompañada, pero que el mundo esta lleno de infinitos tonos de gris, no siempre va a ser todo blanco o negro...

¿Te sientes sola esta noche?... Lo que siento es la necesidad de abandonarme, de dejar de lado mis reservas, de sentirme amada y protegida, sí, protegida: que él me tome entre sus brazos, me estreche contra su corazón y me diga, muy bajito, que no hay nada que temer, que estará ahí cuando lo necesite, y que no intentará entenderme, solamente amarme... Sólo amarme y dejarse amar...

Ámame como soy, y deja que te ame como sólo yo sé amar...