lunes, 3 de diciembre de 2018

Medicina



Me debato entre el frío,
el sueño
y el deseo,
mientras,
perezosamente,
me dejo llevar
por el sentimiento
de que esto que me pasa
se curaría,
tan fácilmente,
con tu abrazo.

martes, 20 de noviembre de 2018

Mariposa



Un día, tan sólo por un día, 
déjame ser lo que yo quiera.
Dejemos descansar al basilisco
que bufa y que se enfada
y se revuelve
y no quiere caricias
ni palabras amables.
Déjame ser la mariposa,
toda ella alas brillantes, colorida,
elegante y segura,
que se eleva, sincera
y sin preocupaciones.
Déjame ser eternidad.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Vampiros



- La gente, - dijo en voz alta Tristán, dirigiéndose a un público inexistente, - la gente, - repitió con cierta sorna, - no cree que existan los vampiros, pero ya os digo yo que existen.
Hizo una pausa dramática, en la que aprovechó para beber un sorbito de té haciendo un ruido gracioso, como un "sip", y se escaldó la lengua. Puso cara de sorpresa-dolor-ira, todo en un momento, y dejó la taza. Resopló, mientras se volvía a mirar el monitor. Estaba esperando, pacientemente, que se actualizara. Al ver que no cambiaba nada se encogió de hombros y sonrió.
- Los vampiros,  - continuó, con un tono ciertamente doctoral, - no son esas criaturas que beben sangre de vírgenes, visten con capa y sólo duermen de día. No, - movió el índice de un lado a otro y su sonrisa se volvió, de alguna forma, siniestra, - nada de eso. Los vampiros son... somos, mejor dicho, otra cosa. Aunque no tan distinta... - su voz se apagó y se sumió en sus pensamientos.
Se había dado cuenta de ello hacía tiempo: él era un vampiro, uno que buscaba su alimento en las redes sociales, aprovechando los huecos que dejaban algunas personas, apegándose a ellas, como un pez rémora; sorbiendo, lentamente, pedacitos de sus biografías, hasta...
- Hasta que se vacían, se quedan sin nada que darme, y entonces mueren y desaparecen.

Lo de "morir y desaparecer" no era literal, claro. Eran aislados, eliminados y borrados, e incluso bloqueados, a veces. Incluso en la sociedad imaginaria de Internet la gente actúa de forma gregaria, y los caídos en desgracia son rápidamente desechados y olvidados. No todos eran susceptibles de ser "víctimas", claro, pero, para un ojo experto como el suyo, era tan fácil distinguirlos como a un león elegir un ñu de entre un rebaño de ñus. 
- ¿Ñus o ñúes?, - se preguntó en voz alta. Bah, no importaba. Aquella vez no era un ñu, no era más que una ovejita, o, mejor dicho, un hámster, un aburrido perfil con menos de doscientos amigos. A primera vista podía parecer un don nadie, con sus cancioncitas melódicas, sus tazas de té, (que publicaba a las cinco en punto de la tarde todos los días), sus "Me gusta" en páginas de cocina y de motor... pero bajo toda aquella mediocridad se escondía un personaje capaz de mantener los mismos amigos con los que había comenzado, al que se le amontonaban los comentarios en aquellas anodinas publicaciones. Y era porque tenía algo, algo que era el alimento y, a la vez, lo más detestado por el vampiro: una inaguantable popularidad.
Así que Tristán había comenzado, despacito, su labor de zapa. Logró hacerse amigo de más de la mitad de los que componían la lista de su víctima, (aunque para ello tuviera que mermar la suya, ya que la red social tenía un límite, algo muy injusto a su parecer). Luego, era cuestión de interactuar con aquellos amigos comunes continuamente, y, a ser posible, en el propio muro del expoliado en cuestión.  Como resultado, pronto conocería los puntos más débiles de esas amistades, y podría pasar a la segunda fase, el momento en el que, a base de mensajes privados, socavaría la confianza de los demás hasta conseguir que, poco a poco, desapareciera toda aquella molesta notoriedad.
También había que mimetizarse, y adoptar el mismo tono, los mismos gustos. De ahí que él, un apasionado bebedor de café, estuviera sorbiendo una infusión de hierbas en aquel mismo momento. Al menos se había enfriado lo suficiente como para disfrutarla, y se la terminó pausadamente. 
Navegó durante un rato en la red. Empezaba a sentir que algo no iba bien. El perfil del hámster, habitualmente muy activo, había estado extrañamente silencioso desde hacía unos días. Echando la vista atrás, aquello se remontaba al día en que su víctima cumplió los años, una jornada especialmente activa para Tristán, que había logrado incluso contestar en alguna de las felicitaciones sin ningún rubor por su parte. Ya se sentía seguro, la asimilación era completa, casi se movía en aquel muro como si fuera el suyo propio y, entonces, de repente y sin ningún aviso, se hizo el silencio. Hubo algunas publicaciones ajenas (a las que él también contestó, por supuesto), pero el propietario del perfil permaneció mudo, casi como... como si se hubiera muerto de verdad. Sintió un escalofrío al pensarlo, tanto tiempo empleado para nada. Sacudió la cabeza, desechando esos pensamientos fúnebres, y decidió pasar por su propio perfil, para renovar su depósito de confianza. Tardó menos de un segundo en darse cuenta de que el número de sus amigos, 4892, se había visto reducido en uno. 

sábado, 20 de octubre de 2018

Lluvia.




Me dije: "Voy a cerrarme en banda.
No dejaré que nadie
se acomode,
otra vez.
Ni recuerdos, ni fotos,
ni charlas en Whatsapp.
Ni escribiré su nombre
cuando esté distraída.
Me pondré una coraza y me calzaré botas,
(unas botas de agua monas de amarillo chillón),
y saltaré los charcos para no salpicarme".
Y, mientras lo decía,
me sorprendió la lluvia,
y perdí el corazón



viernes, 28 de septiembre de 2018

Momento y eternidad



Tengo las manos llenas
de fragmentos 
de tu tiempo y el mío.
Escasos.
Brillantes
como gotas de lluvia
o de rocío.
Tengo la memoria
de los momentos
y la esperanza
de la eternidad.

sábado, 22 de septiembre de 2018

Contacto



Nuestros ojos
se encuentran,
y el mundo se vuelve,
inesperadamente, 
tan pequeño.
Tú y yo, 
perdidos,
tan cerca
que tus dedos me rozan,
simplemente,
al extender la mano.

jueves, 24 de mayo de 2018

Equilibrio


Me mantengo,
como el equilibrista,
entre el deseo y la duda,
sabiendo
que no hay otra cosa
que yo pueda hacer
que seguir caminado,
sin mirar a los lados,
sin miedo,
hacia tu corazón.

jueves, 17 de mayo de 2018

El orden de las cosas


Primero te ríes,
y, después, te enamoras.
Y no sabes bien por qué.
Y, luego, te das cuenta
de todos sus defectos,
y, aún así, es más fuerte
el deseo en tus dedos
de entrelazar los suyos
mientras caminas,
charlando naderías,
a su lado.


sábado, 5 de mayo de 2018

Sirena


El sol de la tarde,
que me ciega,
que agudiza
los otros sentidos:
el sabor de una copa,
el olor del humo
de un cigarrillo
y tu voz,
y mi propia piel,
mano sobre mano.
Sé que me estás mirando,
y que me has visto.
Y espero que vengas,
mar adentro,
a bucear en mis ojos.

lunes, 23 de abril de 2018

Transparente




Al despertar, 
diáfana,
me voy vistiendo
con los colores del día,
me tiño,
como el agua pura,
con el deseo,
el anhelo
y la esperanza.

domingo, 22 de abril de 2018

Frío


Huele, 
tímidamente,
como en un recuerdo,
a óleos y a incienso,
y los murmullos
se elevan, en ráfagas,
cubriendo las notas perdidas
de los que afinan los instrumentos.
Y hace frío. Apenas se recuerda
el sol primaveral de la puerta,
en este bosque de piedras claras
por entre el que susurra el viento
como si rezara en voz baja.
Y mi mano, helada, 
echa de menos
el calor de la tuya.

domingo, 8 de abril de 2018

jueves, 15 de marzo de 2018

La última copa


La última copa. Esa,
que nunca bebo.
La que, en mi interior,
está claro, sé que me daría
valor para confesarte,
(de una vez por todas),
lo que siento.
Pero, como tú sabes, 
no soy buena bebiendo
ni diciendo la verdad.

viernes, 9 de marzo de 2018

La gata



Como una gata, 
con los mismos defectos:
perezosa,
amante del calor
y de la cama;
curiosa y, a la vez, despreocupada,
capaz de ignorarte,
de clavarte las uñas,
y los colmillos.
Me acurrucaré en tu regazo,
y dejaré que acaricies mi pelaje,
y te daré lo que nadie te ha dado.
Y te amaré como nadie te ama.

martes, 6 de marzo de 2018

Columpio




Mis sentimientos,
como un columpio,
en lo más algo,
en lo más bajo,
siempre agitados.
Días azules y días de sol.
Arriba, abajo;
así es como lo quiero,
la cabeza nublada,
injusta y egoísta, 
antes que la certeza.

lunes, 26 de febrero de 2018

Cometa


A veces, 
no sirve
el esfuerzo,
ni el empeño 
que le pongas.
El corazón no acepta ni riendas ni caminos.
A veces,
la única manera
es soltar las amarras,
entregarse al viento,
dejarse llevar.

viernes, 16 de febrero de 2018

Trampantojo



El recuerdo, oxidado,
incoloro e insípido,
se perfuma,
se renueva,
vuelve a ser nítido, 
y me doy cuenta:
no es el mismo recuerdo.
Se mezcla el color
de lo que siento ahora;
estás tú, escondido,
casi difuso,
en el fondo.



miércoles, 14 de febrero de 2018

Valentín


Cada vez que la vida
me ofrece 
una caja de bombones,
invariablemente,
(debe ser mi destino),
siempre, siempre termino 
eligiendo
el chocolate amargo.

martes, 13 de febrero de 2018

Mardi Gras




Mostrarse,
abiertamente,
arrancar
el último velo;
desnudarte 
y permitir que el otro
vea lo que eres:
la oscuridad y la estrella.
Martes de Carnaval.

Lo más difícil
es quitarse la máscara,
(aun cuando 
haya otra debajo).

sábado, 10 de febrero de 2018

Sábado por la noche


Se termina
el día,
y yo estoy aquí,
sola, 
con cara de domingo lluvioso.
De repente,
te pienso,
y el anhelo
de extender los dedos
y rozar tu mejilla
crece,
como la columna de humo
de un cigarrillo olvidado,
desde mi corazón a mis ojos.

sábado, 3 de febrero de 2018

Atrapasueños


Lanzo mis redes,
temerariamente,
con los ojos cerrados,
esperando que
 en ellas
queden prendidos 
tus sueños y los míos.

lunes, 22 de enero de 2018

Nublado



Va a llover. 
Extiendo la mano,
en el vacío;
las puntas de mis dedos
buscan tocar los tuyos,
tan lejanos,
amor,
mientras se nublan
mis ojos

¿Lo ves? 
Cálidas gotas.
Ya está lloviendo.

martes, 16 de enero de 2018

El ciprés solitario.



El viento, al ciprés,
lo sacude, a su antojo;
rompe la rama.



Cuadro:
"El Ciprés Solitario"
Tivadar Kosztka Csontvary (1853-1919) Húngaro.
Año: 1907

sábado, 6 de enero de 2018

Anhelo


Lejano,
como la Luna.
Cercano,
como un latido.
Yo quiero ser luz,
para que brilles;
la diástole
de tu sístole.