martes, 17 de junio de 2008

Me he regalado...


... una serie japonesa, Saiyuki, anime en estado puro... Me gusta este tipo de animación, sin duda fué Outlaw Star la que me abrió los sentidos a este tipo de dibujos, donde se mezclan la violencia, las tradiciones y la belleza plástica para contar historias llenas de fantasía, que lo mismo pueden transcurrir en tiempos lejanos, como en un lejano futuro imposible o en un plano distinto de espacio y de tiempo...

Saiyuki tiene esa combinación de fantasía y tradición de la que hablo, pues si bien transcurren en un mundo imaginario los protagonistas viajan en jeep, persiguiendo demonios mientras los dioses les persiguen a ellos.

Mi héroe favorito: Genjo Sanzo, el monje budista guardian de los escritos sagrados y que tiene un humor de perros, (como siempre, los amargados con corazón me roban el mío), el "sol malhumorado" que cuida de Son Goku (¿recordais "Bola de dragón", compañeros cercanos a los 40 años? Pues es el mismo o muy parecido personaje... siempre hambriento, con poca cabeza y un bastón con el que reparte leña...), y al que acompañan Cho Hakkai, el intelectual, encantador, siempre de buen humor, con su dragón blanco pequeñito, y el seductor y guerrero Sha Gojyo.


La recomiendo a todo aquel que no haya dejado de ser niño, en su corazón...

miércoles, 11 de junio de 2008

Y cuanto más lo leo...

No es muy bueno, ya lo sé, y no es lo que merece. Morgil no necesita mis palabras, de todas formas. Él, como su nombre, es oscuro y cerrado, y sin embargo yo veo esa luz que guarda, celosamente, en su interior; miro y en su armadura, (esa que ha creado para defenderse y que al final se ha convertido en un arma de doble filo, porque mantiene fuera todo, lo mismo lo bueno que lo malo), las junturas dejan escapar un rayito de lo que es. Y porque a veces, al mirarle a los ojos, hasta casi ahogarme en su mirada, he vislumbrado al Morgil que hay detrás, el que se esconde de todos los demás.
No es corriente que una criatura como yo, una elfa del bosque, sienta lo que siento por un elfo oscuro. No es corriente, digo, pero no es imposible. Mi corazón suele volar, como una de mis flechas, hacia la Oscuridad, porque está en mi naturaleza. Y nadie lo diría, cuando miran mis ojos del color de las olas, o mi aspecto amable, y juzgan el libro por la portada o por las primeras líneas. Bondad, candor, inocencia. Pero en mi interior también hay un Morgil, una estrella oscura que alimenta la mejor parte de mí, que pocos conocen. Y que se trasluce, también, a través de mi armadura, porque presiento que él ha mirado dentro, con esa intuición que tienen las almas forjadas en los mismos moldes, (dolor, soledad, desamor), y ha visto algo de su propio corazón.

martes, 10 de junio de 2008

Morgil




Mi alma encadenada a sus palabras,

y mi cuerpo prisionero de su aliento...

(Si sus brazos, por fin, me rodearan,

y sus labios me rozaran el pelo...)

Tan sólo yo descubro en su armadura

la grieta que me muestra lo que hay dentro.

Morgil, la estrella oscura, que ilumina

su camino y el mío, sin remedio:

el dolor de sentirte, mi elfo oscuro,

de sentirte y de tenerte lejos...

viernes, 6 de junio de 2008

Una promesa...

... es una promesa, y a pesar de la racha tan tonta que llevo, (además de estar liada, he caído enferma), no puedo dejar transcurrir más tiempo sin, por lo menos, agradecer a Arcendo los dos premios que me entregó hace unos días: el Premio Blog Dorado y el Premio Mimo.
Muchas gracias, Señor del Arce, como siempre una alegría que seas mi mayor fan, mi amigo y mi hermano en la fe. Un abrazo enorme y espero poder correspoderte como mereces, algún día.