martes, 15 de julio de 2008

Me siento como una máquina que ha pasado demasiado tiempo sin funcionar, como si los engranajes estuvieran oxidados, o peor aún, rotos, por falta de uso.
Mi corazón, ese caballo al galope al que no puedo controlar, va y viene, dando bandazos, como si hubiera bebido una copa de más y no supiera como detenerse, quizás esperando que se abra un precipicio para dejarse caer... Pero a la vez, el bocado y el freno lo reprimen...
Lo único que parece funcionar con normalidad, o al menos aún sigue haciendo ruido, es mi cabeza. Pero no siempre puedo confiar en que haré lo correcto siguiendo lo que dicta mi frío cerebro, que siempre, siempre, decide lo más sensato. Pero hay cosas en las que no entra la sensatez, sino la locura, el dejarse llevar...
Yo no sé si lograré que alma, corazón y mente se pongan de acuerdo. Ni siquiera sé si realmente sé amar. Pero lo intento. Lo intento...

1 comentario:

Esperanza dijo...

¡¡¡BRAVO,KLAUS MEIN!!!
¡¡¡BRAVO SCORPIONS!!!