Cuanto más lejos estoy de él, más cercano le siento...
Por que, ¿para que engañarme? Todo lo que me lo recordaba, me lo sigue recordando...
Me cruzo por la calle, una rua lejana en una ciudad portuaria, con alguien que se le parece, o que no se le parece, pero que camina con la misma ligereza, un andar gatuno, la cabeza levantada, ese perfil de moneda romana que me encoge el corazón... Y le recuerdo, y le siento.
Y no me importa que yo no le importe. Eso es verdadero amor, me temo.
"...occhi di sole mi bruciano in mezzo al cuore..." (Gianna Nannini: "Maravigliosa creatura")
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