Hoy he abandonado, por fin, la cárcel de papel en la que estaba confinada. Durará unos días, por que, como pasa con las películas de éxito, habrá una segunda parte, pero hasta entonces voy a salir al mundo, a abrir de par en par las ventanas del desván para que se ventile; a abandonar la cafeína, que se ha adueñado de mi sangre y de mis nervios de tal manera que si algún vampiro se atreviera a morderme, tendría que tomar tila a continuación... Espero poder aprovechar estos días fríos y soleados que nos ofrece el Invierno para pasear hasta los almendros y contemplar sus brotes. Si, ya sé que la Candelaria está ahí, a un paso, y como dice el refrán, implore o deje de implorar, la mitad del Invierno nos queda de pasar... Pero esa visión de una cigüeña que hoy ha cruzado, alta en el cielo, me trae la esperanza de la Primavera y de las hojas nuevas. También del Verano lejano y todavía envuelto en misterio, de mi necesidad de agua de mar, de mis proyectos para cuando el sol brille con fuerza sobre nuestras cabezas...
Hoy me escapo, camino de Bar Galen, la verde ciudad élfica en la que existo plenamente. Hoy me marcho a mirar la luna llena, sin otra preocupación que pensar en Morgil....
Hoy me escapo, camino de Bar Galen, la verde ciudad élfica en la que existo plenamente. Hoy me marcho a mirar la luna llena, sin otra preocupación que pensar en Morgil....
1 comentario:
Pues, bienvenida a la vida ! hay mucho fuera del "papeleo" impuesto,a Dios gracias, temporalmente!
Un simple y delicioso café, sentada en ése mismo Bar que citas,puede parecernos maravilloso.....comtemplando el exterior como si el tiempo se hubiera detenido...
Pronto nos conoceremos...jejejeje!
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