Tanto tiempo sin subir al desván, como si ya no lo necesitara... Pero lo necesito, sí, porque ¿a quien contar, si no, que hoy le he encontrado, le he encontrado y casi no lo he reconocido, tan cambiado, tan... ¿gastado? ¿Envejecido? ¿Feo? No me había dado cuenta de lo mucho que era porque yo así lo quería... Que yo le había creado y no era ni una sombra de lo que yo pensé... Ay, ángel mío, mi ángel, perdóname por haberte confundido en él... Te seguiré buscando, corazón mío, mi corazón extraño, todavía...
1 comentario:
La casualidad me trae de, hace apenas hace unos días, otra buhardilla con nombre, una que se llama "Hermes"
Óyeme, dios de los ladrones,
¿eres tú quien anda en el desván?
¿Eres tú quien pinta en la noche?
¿Eres tú quien firma sentencias
en las alas de las mariposas?
de Balada en las playas del Oeste (1985) Manuel Rivas.
Creo que voy a crearme un baúl de atesorar desvanes, pero el tuyo será el primero. ¡Qué hermoso Alawen!
Gracias.
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