Ayer hizo un día de El Greco, gris, lluvioso y desapacible. Caminamos bajo la lluvia, unas veces más intensa, tanto que tuvimos que refugiarnos en un bar, otras más suave, dulce. Pero en ningún momento fue un día triste o aburrido. No con una compañía como la de Nora. Por desgracia, los demás amigos no pudieron venir, aunque estuvieron presentes en nuestras conversaciones y en nuestro recuerdo. Se perdieron un Toledo de plata, charcos en el suelo como pedazos de espejo y toldos recién colocados para el próximo Corpus. No hubo mazapán. Por alguna broma cósmica, fue lo único que faltó para ser una tarde completamente toledana...
Espero, deseo, que se repita la experiencia. Y que no seamos sólo dos las que disfrutemos de las vistas bajo la lluvia. Espero, deseo, que seamos más y que haga sol.
La próxima será mejor.
3 comentarios:
Poz zí... ojalá que la próxima vez seamos más... XDDDD y comamos mazapán... y no llueva...
¿La verdad? Yo, a pesar de todos los inconvenientes, me lo pasé muy bien... :P
Yo también, lo único que eché de menos fueron unas buenas botas de agua... Ya les he echado el ojo a unas con florecitas...
A la proxima me apunto !!!!
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