Hace unas cuatro noches me soñé entre tus brazos,
(la Primavera altera mi libido y mi sangre);
me desperté buscando tu cuerpo y tus caricias
y descubrí que estaba sola en mi propia cama.
Hay momentos nocturnos en los que tu recuerdo
me traspasa la piel como un hierro candente;
quisiera ser tu amante también de madrugada,
no soñar con tu amor, sino tenerlo al lado.
(la Primavera altera mi libido y mi sangre);
me desperté buscando tu cuerpo y tus caricias
y descubrí que estaba sola en mi propia cama.
Hay momentos nocturnos en los que tu recuerdo
me traspasa la piel como un hierro candente;
quisiera ser tu amante también de madrugada,
no soñar con tu amor, sino tenerlo al lado.
Imagen: "Dormida" de Claude-Marie Dubufe con filtro de Photoshop
3 comentarios:
Muy buena poesía.
Un saludo
Muchas gracias.
Bienvenido al desván.
Un saludo.
La noche nos trae sueños, la mañana se los lleva...
Precioso Alawen
Besos
Marnie
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