Estoy medio dormida, la semana es dura en tierras toledanas, nada menos que la semana del Corpus, y yo estoy haciendo planes, quien vendrá, si iré a la procesión del jueves, (como no, en Toledo lo hacemos todo a lo grande: dos procesiones del Corpus, hala), quiero hacer fotos para colgarlas en Facebook, y quiero verla con más tranquilidad que el domingo, cuando las calles están llenas a rebosar de propios y extraños...
Quiero, quiero... Repaso la agenda, tendría que tener más vida social. Me he convertido en una ermitaña, casi sin quererlo, o casi queriéndolo, que es lo peor del caso. Estoy a gusto así, sola, con mis amigos del otro lado del ordenador, con los que charlo y tengo tanto en común...
Y entonces, pum, de repente, recuerdo que alguien prometió compartir un café conmigo. Y aunque estoy medio dormida, las ganas de pasar un rato en su compañía son mas fuertes que el reclamo silencioso de Mickey, mi gato, (o mejor decir, que yo soy suya), hacia la cama, y me siento y posteo con la esperanza de que lo lea mañana y me diga algo, yo que sé, una fecha de aquí a un mes... Y luego pienso en borrar la entrada, y me decido a dar al botón naranja que la publica, porque de verdad, de verdad, me apetece, necesito ese café...
Empiezo a comprender eso de "yo tenía una vida, pero internet se la comió"...
2 comentarios:
(hago la ronda y paso a visitarte).
Si tienes un teléfono a mano...y necesitas ese café... por qué esperar?
Internet está bien (muy bien),pero no olvidemos que es un medio y no un fin..
Besos...
Marnie.
Marnie
Si mi mundo fuera tan fácil... no sería mi mundo... XDDDDD
Muchas gracias por tu visita.
Un beso.
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