Duele, ese huequecito
que provoca tu ausencia,
esa ausencia que presiento larga,
como presiento el otoño en los cristales,
o la lluvia bajo el cielo radiante.
Y ese dolor se traduce en palabras,
palabras como lágrimas,
que simulan consuelo.
1 comentario:
Me gusta lo que escribes y las imágenes que usas :)
¡Saludos pingüin!
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