Anoche, otra vez, soñé contigo.
Así que hoy no quiero nada: ni el pálido sol, ni compañía, ni risas… Tan sólo tu recuerdo y el recuerdo del sueño.
Y es que, hasta conocerte, yo no sabía lo que era tener sed. Y ahora que te siento, aquí, muy dentro de mí, esa sed que me consume no se sacia más que en ti, y no se sacia nunca porque cuanto más bebo en ti más necesito tu agua.
Mis ojos se diluyen en los tuyos, en mi sueño, y mi corazón se diluye, lentamente, ardientemente, al pensar en ti.
4 comentarios:
me gusta mil veces más que escribas así que los posts de tono más político, etc.
un beso
Gracias, Santiago.
Por eso tengo dos blogs: uno para estas cosas y otro para las otras. ;)
Otro beso para tí.
......De Pablo Neruda? de Amado Nervo? de....?
Qué beeeelloooo! me voy...contagiada en romántico estado,gracias...
jajaja...este Santiago siempre está con lo mismo... Pero es un cielo.
Precioso Alawen. yo creo que se pueden tener esas dos facetas distintas. Por eso también yo tengo blogs distintos.
Un beso
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