Ya no recuerdo como era mi vida,
si es que era vida, cuando tú no estabas:
mi vida sin ti,
esa que transcurría pálida y vacía,
escudriñando los rincones.
Pero ahora,
aunque te tengo lejos todavía,
confío en el día en que sea "nosotros",
y no soporto los días de silencio,
los días eternos sin tu cálido abrazo.
Mi vida sin ti ya no es posible:
no hay vida sin ti.
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