viernes, 25 de abril de 2008

Lágrimas


Como siempre que me siento así, ambivalente, me refugio en mis recuerdos, y este sabor agridulce que esta noche me llena la boca me trae, en una ráfaga helada que me desconcierta, el que no es ni tan siquiera recuerdo, ni sueño...



El sonido de su voz es como agua que cae,

y no me importa tanto lo que diga

como que siga hablando. Que la lluvia,

(sean tormenta o calma sus palabras),

me empape de la cabeza a los pies.

No hay comentarios: